¿Por qué la sandía madura tiene un sabor amargo?
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Características de la variedad
Hay varias razones por las que una baya puede tener un sabor amargo. Pero primero, fíjate en la variedad que compras, ya que el amargor puede indicar algo completamente distinto a que la baya esté podrida. Existe una variedad especial de sandía llamada Colocynth, más conocida como "manzana amarga" o "pepino amargo". Se cultiva principalmente en Arabia, el norte de África e India.
La planta es perenne y crece trepando por el suelo. Sus frutos tienen forma de estrella esférica con tres gajos. Son pequeños, del tamaño de un limón, y tienen una cáscara verde característica. Al madurar, la cáscara se torna amarilla o rojo intenso. La pulpa suele ser blanca, suave y contiene numerosas semillas, que son las que le dan al fruto su sabor amargo. Hay que tener mucho cuidado con estas frutas, ya que su consumo suele provocar diarrea severa.
almacenamiento inadecuado
La sandía también adquiere un sabor amargo si no se almacena correctamente. Esta es una de las causas más comunes de deterioro y sabor desagradable. Si la fruta no se almacena adecuadamente, o si no se mantienen las condiciones óptimas durante el transporte, las bacterias pueden penetrar a través de microfisuras en la cáscara y comenzar a multiplicarse en un ambiente húmedo y cálido. Esto provoca el sabor amargo y la acidez de la sandía.
Para evitar elegir una sandía que no esté en su punto, obsérvala con atención. La piel debe ser lisa y uniforme, el tallo seco y la fruta debe sonar hueca al golpearla. Otra pista es la presencia de tierra; su ausencia indica que la sandía no ha madurado lo suficiente, lo que aumenta la probabilidad de que la pulpa sea insípida y amarga.
La sandía también se vuelve amarga si se almacena durante mucho tiempo. Esto puede ocurrir tanto si la fruta está cortada como si está entera. Simplemente pierde sus propiedades originales tras un cierto periodo de almacenamiento.
tratamiento químico
El sabor amargo también suele estar causado por los nitratos y otros aditivos químicos que se utilizan para acelerar la maduración de las frutas y verduras y darles un aspecto comercializable.
Por ejemplo, el gas etileno puede convertir frutas deliciosas en otras muy amargas y de sabor desagradable, sobre todo durante el invierno y el frío. Esto se debe a que los productos de Tailandia y Turquía, que suelen importarse durante esta época, se tratan con este gas para garantizar una mejor conservación y transporte a los mercados locales. Además del sabor alterado, estas sandías se caracterizan por una pulpa blanda y poco apetecible, así como por fibras gruesas en su interior. Por lo tanto, se requiere extrema precaución al elegir este tipo de fruta.
Si se utilizaron nitratos durante el cultivo, la baya sonará como una pelota desinflada y crujirá al apretarla.
Cortar las bayas antes de venderlas
Este es uno de los errores más comunes que cometen los vendedores, lo que puede resultar en un sabor amargo. Además, contribuye a que el producto se eche a perder rápidamente. Por lo general, si solo se compra media fruta, su sabor es mucho peor que el de la fruta entera.
Al cortar una sandía, esta se contamina con diversas bacterias. En las condiciones insalubres de un mercado o puesto, junto con el ambiente cálido y húmedo, estas bacterias proliferan y estropean la sandía. Además, estas condiciones aumentan la cantidad de nitratos en su interior. Esta podría ser la razón principal por la que el corazón de la fruta tiene un sabor amargo.
Vídeo: "Los beneficios de la sandía para la salud"
En este vídeo aprenderás cómo beneficia al cuerpo.



