Cómo cubrir correctamente los albaricoqueros para el invierno con tus propias manos

Las frutas traídas de climas más cálidos suelen estar maduras y dulces. Pero seguro que coincides en que los albaricoques cultivados en casa son más sabrosos. Por eso, muchos jardineros prefieren cultivar árboles frutales en sus propios jardines. Y aunque los árboles son fáciles de cultivar, la calidad de la futura cosecha depende de lo bien que se protejan durante el invierno.

Plan de acción

Cultivar un árbol frutal no requiere mucho esfuerzo físico ni material. Incluso un jardinero principiante puede hacerlo. En otoño, se deben llevar a cabo una serie de tareas de mantenimiento para aclimatar gradualmente el árbol al invierno:

  1. Fertilización. Una vez recogida toda la cosecha, comienza la fertilización. Para ello, utilice mezclas que contengan fósforo y potasio. Los defensores de los fertilizantes orgánicos utilizan una mezcla de tiza triturada y ceniza. Durante este periodo se evitan los fertilizantes nitrogenados, ya que estimulan los procesos vitales del árbol, dejándolo desprevenido para las próximas heladas.
  2. Encalado. Este procedimiento ayuda a proteger los albaricoqueros de las plagas. Para preparar el encalado, mezcle 2,5 kg de cal, 0,4 kg de sulfato de cobre y 1,5 tazas de pasta de harina.
  3. Poda. Antes de que llegue el frío, realice podas de formación, de regulación y sanitarias. Es fundamental que la temperatura del aire se mantenga por debajo de los 9 °C. La poda de formación favorece la distribución uniforme de nutrientes en el árbol. La poda de regulación estimula el crecimiento de nuevos brotes. La poda sanitaria consiste en eliminar las ramas dañadas, muertas o infectadas por hongos. Tras la poda, se trata el corte con resina para prevenir infecciones.

Se recomienda cubrir los albaricoques durante el invierno.

Vídeo: "Cómo alimentar un albaricoque"

Este vídeo te mostrará cómo fertilizar correctamente un albaricoquero.

Qué cubrir con

El origen histórico del albaricoquero es Armenia, como lo demuestran los huesos de fruta encontrados durante las excavaciones. Esto explica su preferencia por el calor, por lo que en la mayoría de los casos necesita protección. Esto es especialmente cierto para los árboles jóvenes. Sin embargo, el grado de aislamiento necesario también depende de las condiciones climáticas de cada región. Como refugio se utilizan paja, humus, serrín, heno y materiales transpirables.

Cómo aislar

Primero, debes aislar el sistema radicular. Para ello, cubre la zona alrededor del tronco con materia orgánica. Muchos jardineros cubren la tierra con hojas secas. Esto es bastante arriesgado, ya que pueden albergar insectos plaga. Para garantizar la seguridad de tu planta favorita, debes preparar tú mismo las hojas: recógelas y sécalas completamente.

Para árboles maduros que crecen en climas relativamente cálidos, el mantillo es suficiente. Los árboles jóvenes requieren una protección más cuidadosa. Por lo tanto, el tronco y las ramas de los albaricoqueros jóvenes se envuelven en arpillera o agrofibra, y en caso de heladas intensas, se cubren adicionalmente con plástico. Al usar polietileno, asegúrese de que haya buena oxigenación en el invernadero; de lo contrario, las raíces del árbol podrían asfixiarse y morir.

Invernar en las regiones

Para elegir el refugio adecuado para su árbol favorito del jardín, debe tener en cuenta las condiciones climáticas regionales. En el centro de Rusia, cubrir el suelo con mantillo es suficiente para que pase el invierno en buenas condiciones. En la región de Moscú, donde las temperaturas pueden bajar drásticamente, además del mantillo, el árbol se aísla con un material especial. En la región del Volga, los jardineros podan el árbol a 3 metros de altura y lo cubren con una gruesa capa de serrín, paja o compost. Finalmente, envuelven el tronco con agrospan.

El aislamiento térmico del albaricoque depende de la región en la que crece.

Los jardineros de Siberia y los Urales emplean métodos muy similares al anterior, pero además de aislar el suelo y el propio árbol, también garantizan el drenaje del agua. Durante el deshielo, el suelo absorbe toda el agua, lo que puede provocar la pudrición de las raíces. Por ello, para evitarlo, los jardineros experimentados crean primero canales de drenaje para la evacuación natural del agua.

El cuidado de los árboles frutales de otoño no requiere mucho esfuerzo. Sin embargo, los jardineros inexpertos suelen cometer los siguientes errores:

  1. Una poda incorrecta provoca que el árbol se quede con ramas "extra": secas, dañadas, viejas y que no dan fruto durante mucho tiempo.
  2. Refugio insuficiente e inoportuno.
  3. No construir vías de drenaje. Esto solo es relevante para regiones con inviernos nevados.

Los albaricoques son una fruta que muchos asocian con el verano. Cultivados con cariño y siguiendo las normas básicas, estos frutos serán una verdadera salvación para cualquier ama de casa. Los albaricoques cultivados en casa son un tesoro de propiedades beneficiosas. Son ricos en potasio, fósforo, magnesio, sales minerales y una gran variedad de vitaminas.

El consumo regular de fruta fresca o seca tiene un efecto positivo sobre la visión, la memoria, los vasos sanguíneos y, por supuesto, las papilas gustativas.

Tener a mano un cubo de productos de cosecha propia te proporcionará minerales y vitaminas beneficiosos para todo el invierno. Un cultivo atento y responsable te garantizará una cosecha abundante y de alta calidad.

Pera

Uva

Frambuesa